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Gracias a Babelio y a la editorial por el ejemplar. Llevaba bastante tiempo queriendo leer este libro, sobre todo porque la biblioteca a la que suelo ir tiene el segundo y la sinopsis me pareció muy atractiva. Aunque técnicamente tardé una semana en leerlo, lo terminé en dos tardes o, más bien, noches. Me gustó tanto que estuve leyendo hasta las tantas porque no podía no terminar otro capítulo más. La forma en la que viven los habitantes de este mundo distópico me recordó bastante a Los juegos del hambre. Estados Unidos está dividido en varias áreas y los miembros de un área tienen contacto muy limitado con los de las demás. Sin embargo, el gobierno no manda a niños a matarse entre ellos por diversión. Los únicos que corren algún peligro son los seleccionados para presentarse a las pruebas de acceso a la universidad. Es una Selectividad en la que, si fallas, mueres. Ni siquiera hace falta suspender para morir. Basta con cometer un error con consecuencias mortales, ya que varias de las pruebas son prácticas. La historia me pareció curiosa. Aparte de las pruebas en sí, en las que ni me imaginaba quiénes iban a morir ni quién podía acabar siendo un asesino, está el pequeño detalle de que les borran los recuerdos de la prueba a los participantes que no mueren y consiguen entrar en la universidad. Espero que la razón y las intenciones de los gobernantes se revelen en alguno de los dos libros restantes porque es un poco exagerado matar a quienes suspenden en lugar de mandarlos de vuelta a sus áreas. Si son lo suficientemente inteligentes para acceder a la prueba, también lo son para trabajar en el área que habitan y mejorarla, que es más o menos lo que hacen todos los que no son admitidos a la prueba. Lo único a lo que le pondría un pero es a los personajes. No hubo ninguno que me llamara demasiado la atención. Cia es la protagonista y se comporta como tal. Además, cuenta con ventaja, ya que su padre se enfrentó a la prueba y, aunque le borraron la memoria de lo sucedido, tiene pesadillas que le sirven para hacerse una idea de qué pudo haber pasado. Obviamente, advierte a Cia y ella actúa todo el rato en base a esa advertencia. Hacia la mitad se intuye que va a ser más importante de lo que ella piensa, pero no se dice mucho al respecto. Me gustó mucho más el resto de los personajes. No tanto debido a quiénes eran ni a su personalidad, sino por la intriga que los rodea. No se llega a saber qué hicieron todos ellos durante la tercera fase de la prueba, pero está claro que descubrieron qué eran capaces de hacer si la situación lo requería. No he leído tantas novelas distópicas, pero La prueba es la que más me ha gustado hasta el momento. Espero que la segunda y la tercera parte de esta trilogía no me decepcionen. |
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