 |
Esta bonita historia es ideal para leerla a fines de año nuevo, justo donde transcurre, o también a principio del año que comienza, porque nos deja enseñanzas muy inteligentes y sencillas que solemos pasar por algo con regularidad. La autora nos demuestra que hemos dejado la bondad desinteresada de lado, la ayuda al prójimo sin mirar quién es y sinceramente este punto de vista tan crítico me ha gustado. Los humanos estamos perdiendo la capacidad de mirar al otro en la calle, de salir de nuestros mundos y levantar la vista hacia el que está necesitando una mano. Y estos dos protagonistas nos enseñan que por pequeño o insignificante que sea un acto de bondad, puede cambiar la vida, el momento, la situación o así sea el día de la persona que lo recibe. Me ha encantado la trama, se lee con bastante rapidez, tiene una fluidez que entretiene. Los personajes son sencillos porque se trata de personas comunes y corrientes, que tienen sus propios dilemas, preguntas íntimas por responder y también grandes decisiones a futuro que tomar. Y creo que estos actos de bondad, que al principio son un juego interesante, se convierten en la forma en que ambos descubren a la fuerza el camino correcto que deben tomar en su vida. No piensen que se trata de una gran historia de amor que transcurre en una ciudad estupenda, porque no va solamente de eso. Es mucho más profunda la trama y el amor es una consecuencia de la relación que todos los personajes van entablando. Hay diferentes puntos de vista que nos comentan los hechos y esto lo hace aún más interesante. No se pierden esta bonita historia, denle una oportunidad y verán que en sus breves páginas contiene muy lindas enseñanzas. |
>
