 |
Juego. Juego e imaginación. Juego y fantasía. Sin necesidad de hadas, la magia está presente. Y el juego. El juego, siempre el juego. El juego está en concordancia constante con el lector. Hay juego en la toma de decisiones y en el resultado (no siempre favorable) de dicha toma de decisiones: Alicia crece demasiado, empequeñece en exceso, abre esta puerta, desciende por aquí... El juego como válvula de escape de la rutina de la vida normal, de esa vida paralela y sin alicientes que es la vida real. Eso sí, en ese mundo maravilloso también hay reglas. Todo juego implica reglas, reglas y órdenes: "cómeme"... El autor juega con el lector constantemente. Y, aprovechando ese escenario de juego, muestra al lector su opinión o su pensamiento sobre cómo es la época en la que el vive. Por ejemplo, el personaje de la reina de corazones, que proyecta una imagen dulzona bajo el símbolo del amor (el corazón), pero que en realidad resulta ser una monarca inflexible en sus decisiones, sometiendo a los que están por debajo de su rango, sean sirvientes o súbditos, con la amenaza constante de la decapitación si hacen algo que la moleste. Una reina que ¿es el espejo de la reina Victoria, quien gobernó Inglaterra en la época que le tocó vivir al autor? Alicia, por su parte, es una niña también sometida a la rutina del aprendizaje y los buenos modales, pero que quiere algo más que únicamente educación. Quiere descubrir el mundo que hay más allá. ¡Qué mejor que usar la imaginación para crear mundos alternativos! Ahí Alicia está como pez en el agua; y mediante juegos se cuestiona todo aquello que o no entiende o lo considera absurdo, dándole su propia visión y su propia resolución. Éste no es un libro cualquiera. No tiene edad. Es un juego de juegos. Para leer sin prisa. Para leerlo las veces que se quiera. Y siempre, un absoluto "Fondo de Armario". Enlace: https://instagram.com/los.li.. |
>
