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¿Por qué llamamos “monstruos” por sentirlos lejos? ¿Por qué queremos que sean “distintos”? Donato Carrisi nos muestra que, frente al mal feroz y gratuito, se tiende a olvidar que tanto el autor como la víctima, son seres humanos. Personas tan parecidas a nosotros, con la intención de expulsar nuestra naturaleza. Mila Vasquez descubre durante toda la historia, los propios secretos horribles que pueden llegar a guardar su propio equipo de investigación. Buscando la luz propia de seis niñas, antes de que sea demasiado tarde, para encontrarla apagadas. Son capaces de sentir que están a punto de atrapar al culpable, cuando lo único que hacen es adentrarse más y más en su juego, lleno de desafíos y oscuridad. Cada página del libro es la sensación de encontrarse en una estación, donde podemos estar solo de paso o encontrarnos con el final. No podrás despegar los ojos de cada palabra, que pasa fugaz como el tren. Tener esta lectura en nuestras manos, es como la curiosidad que nos nace al encontrarnos con un cadáver enfrente; y mucho más si su muerte es antinatural. Como nos comente Goran Gavila “la muerte es una mujer muy seductora”. Mantendrás las alarmas activas durante toda la lectura, formando así parte del equipo. La historia tiene su intriga desde la primera palabra hasta el punto final. Llena de emociones, encuentros, misterios, acertijos, y, sobre todo; secretos de lo más oscuros. Donato Carrisi se ha convertido en uno de los autores de novela policía de mis preferidos. Y nos recuerda; que, hasta nuestros propios vecinos, pueden ser los “monstruos” que tememos en la oscuridad. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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