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Nunca antes había leído un thriller como este. de hecho, a través de los dos protagonistas, el autor nos introduce en un juego de cajas chinas, donde cada misterio revelado abre otros y cuando finalmente imaginamos que hemos entendido quién es el culpable y qué sucedió realmente, se produce un nuevo giro, distorsionando cada teoría hecha y manteniéndonos pegados en vilo hasta la última página. Una sombra del mal parece flotar sobre los personajes todo el tiempo, una sombra impalpable pero más viva que nunca, y cuando al final todo se revele y aclare a pesar del suspiro de alivio tendrás la sensación de haber perdido la batalla contra el mal. Debo decir que me ha impresionado bastante este libro, no sólo por la complicadísima trama, por el suspenso y por los increíbles giros y vueltas que se suceden, sino sobre todo porque me hizo reflexionar sobre el oscuro papel que las personas tienen en la realidad de la vida y en la fragilidad del alma humana. En el libro nadie es perfecto, incluso nuestras investigaciones quedarán impactadas y abrumadas por esta verdad, mientras que la sensación de que el mal se aloja dentro y alrededor de nosotros, anidado en el alma de la persona más desprevenida, tiene algo de inquietante y fascinante a la vez. No es una lectura tierna y apta para todos, sobre todo para gente sensible, ya que ciertas situaciones son decididamente pesadas, ni los personajes son los buenos clásicos a los que estamos acostumbrados, pero el conjunto es un conjunto de sombras en varios tonos de gris que absorbe al lector, llevándolo a explorar el lado más oscuro del hombre y su apariencia de ángel. Estaba particularmente complacida con el final, ya que fue sorprendente y desgarrador, y el lector finalmente descubrirá quién y qué es un "susurrador". |
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