EN LA DIESTRA DE DIOS PADRE

Peralta es el protagonista de este cuento. Un relato de costumbres, de modos, de vivencias. Una historia de un hombre bondadoso y generoso, pero dotado de malicia, de aquella que es considerada un don por algunos y por otros como un mal hábito; un hombre que engaña para hacer el bien, que no miente, pero no cuenta todo, que juega con las preguntas y que matiza las respuestas. Un hombre en cuya lengua navega la ironía. ¿Es un gran hombre? Eso depende, depende de lo que para ti signifique «gran».


Peralta recibe un premio, por su honradez y generosidad, del mismísimo Dios, quien a modo de recompensa no le da 3 tres deseos como el genio de la lámpara, sino cinco, porque bueno, él es más generoso. Los deseos de Peralta se mueven en el mundo de lo absurdo y cada uno de ellos solo empieza a cobrar sentido mientras transcurre la narración y como buen héroe de novelas salva a la humanidad al lograr no solo engañar a la muerte y al diablo, sino también a Dios, porque, bueno, se engaña a todos o a ninguno.

La historia es interesante y trae sobre la mesa grandes discusiones filosóficas que nunca tendrán respuesta, ¿Por qué existe el mal? ¿el hombre es malo por naturaleza o se vuelve malo con el tiempo? ¿lo malo solo puede aplicarse a las acciones y no a las personas? ¿por qué en un mundo tan perfecto Dios permite el mal? ¿y la salvación, para qué? Sí, todo esto puede resultar tedioso, confuso y carente de chispa, sin embargo, en medio de lo jocoso, del sarcasmo y de la ironía los hechos que narran funcionan y tienen sentido y ese mundo fantástico en el que vive Peralta y en el que entramos gustosos las preguntas obtienen respuestas y no puedes dejar de poner una sonrisa de satisfacción en tus labios que sirve como maravilloso punto final.