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La portada no es muy acorde con la novela porque los protagonistas son todo lo contrario a los que se ven en ella. Si la primera novela de Virgin River me enganchó, esta literalmente me ha tenido pegada a sus páginas hasta que la he terminado. Me ha durado poco más de un día. En la primera novela eché de menos a Paige y a Chris y me ha encantado encontrármelos en esta. La historia de Mel y Jack continúa en esta novela pero los principales son Predicador y Paige. Mi personaje favorito sigue siendo Jack Sheridan, que sigue teniendo mucha relevancia en toda esta historia. Creo que es el personaje que conecta a todos y a todo, el alma de la saga de libros. Hay escenas y detalles de esta novela que me han gustado muchísimo y la pluma de la escritora aun me parece más impresionante que en la novela anterior. Además tiene bastante más intriga y acción que la primera, o al menos eso me ha parecido a mí. La trama principal está muy bien llevada. La situación personal de Paige es algo delicada pero ha sabido tratarla muy bien. Y las subtramas y continuación de la primera historia las he disfrutado mucho. John Middleton, al que todos llaman Predicador desde su época en los marines, vive en Virgin River junto con Jack Sheridan, su ex sargento. Cuando Jack montó el bar, él se retiró allí con él y descubrió que se le daba muy bien la cocina. Predicador tiene 32 años cuando Paige, de 29 años, entra con su hijos Chris de 3 en el bar. Ahí comienza su historia. A todos estos personajes se les agrega la relevancia de otro ex marine que se va a recuperarse a Virgin River con ellos, Mike Valenzuela. del cual ya nos va preparando para su historia en la siguiente entrega, La roca de los susurros. Los romances de estas historias son forjados a fuego lento y te dejan muy buen sabor de boca cuando acabas la novela y deseando leer la siguiente. |
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