VIAJE A LA SEMILLA

¿ Que quieres viejo?
La respuesta podría ser cualquiera, desde la capacidad de discernimiento para comprender ésta mágicamente barroca historia. O el tiempo necesario para aquilatar el inmenso caudal de recursos literarios de Carpentier. O incluso volver una y otra vez a este relato para paladear cada frase, cada palabra.
Retornar, girar, olvidar el tiempo, es una simple medida sin razón, cuando la vida y la muerte tienen otras formas de contar, de contar historias desde su esencia, historias que germinan en el alma del lector, historias que desdeñan la capacidad de comprensión lineal. Historias de objetos que se resumen en crípticas frases, que se narran con unas cuantas bien seleccionadas palabras.
Marcial no cuenta una historia, la historia cuenta a Marcial, y el beneficiado es el lector, que de ninguna manera puede salir indemne de este viaje.
Un verdadero viaje a la semilla, con todo el periplo que el mismo conlleva, y que llena los ojos de imaginación, el alma de emoción.