Proletaria consentida es un relato en primera persona de esos años post carrera universitaria en los que uno se siente perdido; donde la desesperanza se fusiona con un escepticismo y dolor constante subyacente. Lo mejor de Proletaria es su forma de narrar, presentando la tragedia desde la indiferencia. Una melancolía en crudo, que envuelve un libro bello de poesía contenida.
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