No podría hablar mal, jamas, de un trabajo tan elaborado y menos aun, de Carlos Fuentes. Leer "París, Praga, México, 1968" es como recibir un cubetazo de agua helada, crudas realidades que jamas nos dejaran, son como la sombra de la cual tratas de escapar pero es imposible. Es en cierta manera encantador y "tierna" la manera en que nos cuenta todo, como los otros autores se reunían para comentar y dar su opinión, buscar soluciones mas allá de solo palabras, buscar acciones que cambiaran el rumbo de las vidas humanas. En fin, es un libro que debe tomarse muy en cuenta por el testimonio que presenta, mas allá de la critica. |