MAnsiones abandonadas habitadas por extrañas bestias, estatuas con oscuros orígenes, visitas a un claro que siempre acaban con una historia, esperar durante horas un bus que nunca cogerás, vampiros, posesiones, cajas de galletas que no guardan precisamente dulces,... En unas pocas líneas, un buen escritor es capaz de ponerte los pelos de punta. Si te gustan los relatos de terror y suspense, no os lo podéis perder. |