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La historia es adictiva y engancha desde el principio pero los personajes son poco creíbles y los diálogos simples, sin gancho, además utiliza jerga que chirría. Para mantener la tensión recurre a trucos un poco infantiles y la historia da vuelcos en el último minuto propios de películas malas de serie B. Un poco llena de paja, marcas comerciales por doquier que hacen pensar en publicidad encubierta y errores garrafales en la narración. Si se pretende ser realista hasta el límite hay que tener cuidado con según que cosas cuentas. No se, me ha decepcionado, mejor que Dan Brown, pero peor que Stieg Larsson, al que creo que pretende emular. Me temo que fraguara en una serie de novelas.
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