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Ester es una adolescente que ve su mundo cambiar de repente, ya que su madre ha desaparecido y su mejor amigo la ignora. Además, las más populares del instituto no paran de meterse con ella. Ester empieza a descubrir pequeños cambios en muebles y objetos, no tiene a nadie con quién desahogarse. Pero entonces, aparece Orla, una chica nueva en el instituto y juntas descubrirán nuevas aventuras. La pluma de la autora es sencilla, pero consigue mezclar la fantasía y la ciencia ficción de una forma muy curiosa e interesante. al principio, me costó entrar a la trama, pero hay varios giros que te llevan a querer descubrir qué ocurre, hacerte preguntas y querer acompañar a los personajes. Ester es un personaje que al principio vemos muy triste, se culpa de todo lo que ocurre a su alrededor, me daba mucha pena. Pero gracias a sus conversaciones con Orla, sus viajes y descubrir otros mundos, podemos ver una evolución en su carácter y formas de pensar. Además, seremos testigos del cambio de niña a mujer que sufre, de sus reflexiones interiores, lo que le ayudará a tomar decisiones de suma importancia para su vida. Es una historia con una ambientación muy buena, se desarrolla en lo que parece nuestro mundo pero en los años 90. Las referencias al módem (que iba muy lento), discman y otros objetos me han traído muchos recuerdos. Me ha encantado el personaje del gato, que encima habla, tiene momentos muy serios pero también divertidos, y se convierte en un compañero imprescindible. Además, nos presenta otras muchas criaturas como sirenos y dragones,... Tiene viajes a otras realidades, multiversos, magia, personajes bien construidos, reflexiones y un final que no esperas. Me ha gustado descubrir esta historia, que a pesar de que no llega a 300 páginas es bastante completa. Aunque algunas cositas no me han convencido (ya que no soy fan de la ciencia ficción), la he disfrutado bastante. |
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