Memorias de María Antonieta

Es un libro escrito por Madame Campan, dama de compañía y confidente de la que fuera reina de Francia, María Antonieta.
Partiendo de esta premisa, cogí la lectura pensando que iba a encontrar una historia más íntima y personal sobre la figura de esta monarca tan icónica; pero mi sorpresa fue cuando, en primer lugar, la autora se extiende unas setenta páginas hablando de ella misma, narra su trabajo en el palacio de Versalles, que consistía en leerles libros a las princesas, hijas del rey Luis XV. Esta parte anterior a la llegada de María Antonieta al castillo, se centra en el reinado de este rey y son pocas las anécdotas que quizás puedan llamar algo la atención del lector.
Tras esta extensa introducción en la que apenas menciona a la que fuese reina de Francia y principal figura que nos ocupa, lo que sigue es una sucesión de hechos que se pueden encontrar en cualquier otra novela o biografía. Refleja a una reina que quiso trasladar las costumbres de Austria a Francia, una reina que tuvo malos consejeros, la mala administración de las finanzas durante su reinado, además de algunos de sus entretenimientos. Todo ello, le costó sucesivas infamias de sobra conocidas como el reproche de su supuesto despilfarro, que en palabras de la que fue su mayor confidente y autora de estas memorias califica como “el más inconcebible de los errores populares”, y añade que se le hizo creer al pueblo que la reina era una derrochadora, cuando según parece incluso repartió parte de su dote a las familias más necesitadas.
La figura de su marido el delfín Luis XVI tampoco tiene un gran peso en estas memorias, a destacar la indiferencia que éste le inflingió a María Antonieta hasta que ella no concibió a un varón y heredero al trono.
Para mi gusto la lectura ha sido tediosa, centrándose en demasía en narrar la vida de la gente en la corte, con multitud de nombres y datos históricos y alejándose de la figura principal y eje de lo que prometen ser unas memorias sobre María Antonieta.