IMPERIA

Como bien nos adelanta el título, en “Imperia” se nos narra la historia de un imperio. Así, a diferencia de otras novelas que parten de un protagonista y se centran en contarnos sus aventuras, aquí nos encontramos con una gran ramificación de tramas que dotan al lector de la capacidad de observar el funcionamiento del basto imperio desde distintos ángulos.
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No se nos cuenta solamente la batalla del imperio contra los territorios del norte, sino que tenemos también una trama más política en la que tenemos la oportunidad de conocer los problemas internos de la corte (traiciones, conspiraciones y luchas por el poder) que van mermando poco a poco la fuerza del emperador. Además, y reconozco que es esta mi parte favorita, en otra de las tramas se nos ofrece la posibilidad de vivir el poder del imperio desde la parte más baja de la sociedad: con un esclavo obligado a luchar para intentar ganarse la libertad y una mujer a la que, para seguir con vida, no le queda más remedio que encerrarse en su mente urdiendo un plan para intentar escapar mientras su secuestrador usa su cuerpo a su antojo.
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Es sorprendente como, a pesar de la gran cantidad de tramas que en consecuencia se transforman en una gran cantidad de personajes, estos están dotados de una personalidad bien definida. Algunos de estos personajes no tienen más que una fugaz aparición en un par de capítulos y, aun así, están bien construidos: no hay dos personajes iguales y por lo tanto, no llegas a confundirse.
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La obra está estructurada en capítulos muy cortos, ideales para aquellos a los que nos molesta tener que parar la lectura dejando un capítulo a medias. Esto, junto con la ramificación de tramas y la variedad de personajes, le aportan al conjunto un gran dinamismo y hacen que se trate de una historia muy visual. Reconozco que en más de una ocasión la he pintado en mi cabeza como si de una película se tratase.
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Si hay un “pero” en todo esto, al menos bajo mi opinión, es la narración de la batalla final. al seguir la misma estructura narrativa que el resto de la novela hay ocasiones en las que me ha resultado un poco mareante. Con demasiados focos de acción y flancos en los que suceden cantidad de cosas en pocas páginas. Hubiera preferido que se le dedicaran a esta parte algunas páginas más para así poder reducir los cambios de visión y evitar ir dando tantos saltos por el campo de batalla pues en ocasiones era complicado resituarse tanto geográficamente como de personajes.
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En general, pues, se trata de una novela amena y dinámica a pesar de tener ese punto de densidad característico de la fantasía épica, con una narrativa bonita que incluye construcciones hermosas sin llegar a ser recargadas y con un final que sin duda, crea la necesidad de hacerse con la segunda parte para seguir descubriendo si el Imperio es o no capaz de mantenerse en pie.