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Dos hermanos mayores, que han perdido la cabeza, comienzan a disparar desde su apartamento a los transeúntes de la plaza para castigarles por sus pecados. Montalbano consigue acceder al apartamento para detenerlos. Allí dentro encuentra suciedad, habitaciones llenas de cruces e imágenes y una muñeca inflable llena de remiendos. Días después le avisan que han visto un cuerpo de mujer en un contenedor pero resulta ser otra muñeca inflable, exactamente igual a la anterior. Poco después, Montalbano comienza a recibir notas crípticas que le dan pistas, para realizar una "búsqueda del tesoro". No se explica bien el porqué del juego, ni porqué acepta jugarlo sin decir nada a los compañeros. al mismo tiempo, su amiga Ingrid le presenta a un joven que quiere estudiar los métodos de Montalbano y al que mete en la "búsqueda", así por las buenas. En cada nuevo libro Camilleri nos engaña a la perfección. Nos da algo nuevo que combinado con lo que se repite como son las vistas y la cocina de Vigatà o Montelusa, los repetidos altibajos de sus relaciones con Livia o con Ingrid, el toque cómico de Catarella o las reflexiones melancólicas del comisario Montalbano ..nos da un libro diferente, imposible de criticar. Esta vez después de un buen inicio el libro da un giro: lo nuevo no se entiende, el final se ve venir y es un crimen innecesariamente gráfico; y lo que se repite invita al pesimismo: se está haciendo viejo y no le gusta; se pregunta porqué continúa con Livia y ni siquiera la comida es como en otras novelas. Se me ha parecido a un guión de la serie de televisión; A pesar de todo, siempre hay algo para disfruta la lectura de Camilleri y a sus personajes. |
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