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(reseña conjunta con El olor de la noche) “Admiración. No, mucho más que eso: respeto. Por la serena valentía, por la tranquila determinación de aquel hombre. Una vez había leído un verso que decía más o menos que lo que ayuda a vivir es el pensamiento de la muerte. Ya, el pensamiento puede que sí, pero la certeza de la muerte, su cotidiana presencia, su diaria manifestación, su atroz tictac (…), todo eso ¿no habría tal vez provocado en él, Montalbano, un indecible e insoportable terror? ¿De qué estaba hecho el hombre que tenía delante? ” A golpe de martes os traigo las reseñas de los libros de bolsillo de Montalbano 8 y 9, una novela y una antología de relatos que siguen siendo toda una delicia para los seguidores del comisario: - El olor de la noche. Un financiero (estafador, conocedor de todas las triquiñuelas del mundo) ha desaparecido después de desvalijar a medio pueblo, por lo que está el ambiente caldeado. ¿Se habría trasladado a una isla de la Polinesia burlándose de los que habían confiado en él? ¿O se había aprovechado del dinero de un mafioso y está sirviendo de alimento a los peces del mar? Este libro tiene uno de los comienzos más graciosos que he leído en esta serie: Augello va a cambiar de vida, Montalbano necesita esconder un suéter y hay un loro que canta La Internacional (y cantaba tan bien que tuvo que felicitar al maestro). En contraposición con esto, en El olor de la noche también vemos al comisario con una crisis bien fuerte, por lo que además de darle vueltas al caso lo acompañaremos en sus reflexiones sobre el paso del tiempo, con uno de los finales más poéticos que recuerdo. - El miedo de Montalbano. Está compuesto por 6 relatos (3 más largos) donde somos partícipes de su manera de entender la vida: Salvo sale de Sicilia y tiene que ir a Roma -Salvo odia salir de Sicilia, odia ir a Roma- , aparece un personaje nuevo por el que acaba teniendo total admiración, y una de las mejores cosas… ¡Cataré tiene más protagonismo en esta antología! Son historias bastante simples donde se disfruta tanto del contexto como de la resolución de los casos. Y vosotros ¿queréis a Salvo tanto como yo? |
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