Puta, marica, degenerado, enfermo, chupaverga o sidoso es alguno de los calificativos que reciben las mujeres trans de "Las malas". le siguen caídas, golpes, palizas, amenazas, chantajes, vejaciones, humillaciones y violaciones. El relato de Camila Sosa Villada sobre la comunidad trans de Córdoba (Argentina) es una realidad fea, cruda y miserable. El trato que reciben es inhumano. Se las reduce a meros objetos de los que abusar de día y de noche. Es la parte fea de "Las malas". Camila no lo esconde. Y me parece bien porque el trato que reciben es una losa de vergüenza para la sociedad que los maltrata una vez, otra y otra vez más. Sin embargo, no todo es feo en "Las malas". La parte hermosa es como todas esas mujeres trans hacen piña, se juntan y se hacen una. El dolor de una es el de todas. Pero también la alegría, el amor, el desamor y demás tristezas. Camila escribe de forma descarnada y directa pero al mismo tiempo es exquisita y bella. "Las malas" es una historia que te agarra y te atrapa, se sufre y disfruta. También estoy segura de que no se olvida. Un libro que merece la pena. de verdad. |