Las malas

La puesta en escena de una vida que la autora logra en su narrativa combinado la dramaturgia, el realismo mágico y el relato autobiográfico poseen una sensibilidad estética enorme, que nos permite sentir los paisajes, que llegue a nuestro olfato las noches brumosas en las que las protagonistas de la historia se esconden en ese bosque citadino que suele convertirse en panteón de diosas que mueren al salir el sol, cuando la claridad termina el hechizo de su belleza y su deseo, el momento en que la vida y su entorno les recuerda su desventura frente a los ojos escrutadores de quienes no les interesan sus vidas, pero siempre están prestos a lanzar juicios condenatorios.
La malas, es un libro que aunque por su lenguaje escueto y contundente, aquel que todos usamos de manera suelta para hablar del dolor y el deseo en la intimidad o en la calle, puede resultar un golpe duro para el lector amante de los conceptos médicos y académicos, aquellos que parece darnos un estatus elevado frente a otros, pero en el caso de esta historia, es su propio lenguaje el que logra un eco más profundo de la pasión, el deseo, pero sobre todo del dolor del mundo que habitan los travestis que con sus palabras, sus colores, sus alegrías gritan a voz en cuello, pero también en silencio profundo la amargura de una vida de rechazos, de ocultamientos, de feminidades que recurren a la hipérbole para buscar en ellas mismas ese algo que las defina y las muestre tan únicas como son.
La autobiografía ficcional a la que Camila Sosa nos invita a entrar en esta historia es un viaje doloroso que comienza en la infancia de un niño sin mayores posibilidades en su entorno quien prontamente descubre que sus deseos y sueños trascienden su cuerpo, ya que su mente se percibe diferente y necesita expresarse de la misma forma. Un relato de una joven que encuentra una nueva familia en la que para todas la prostitución es la única salida y la única forma de amor que se conoce es la del deseo, una historia de abusos, de sueños, de transformaciones, una vida decadente que desea una salvación, que anhela otro tipo de amor, tal vez el maternal, aunque no lo pueda tener, tal vez el filial aunque vivan en sus propias celdas, tal vez el romántico aunque ya no se crea en él, tal vez el propio aunque nunca haya sido aprendido o inculcado.
Un libro de una dureza enorme, de un sentimiento estremecedor, un libro necesario que más personas deberían conocer.