Las malas

Un libro que me caló, que se metió en lo más profundo de mi ser para hacerme sufrir y llorar. No les miento cuando les digo que cada una de sus páginas me transmitían tanto que tenía que hacer pausas para contenerme y poder así terminar la historia.

Las malas no solo cuenta la historia de Camila sino que le da voz a muchas travestis que en la mayoría de los casos se ven orilladas a prostituirse porque la sociedad las margina a tal grado que solo son “aceptadas” en ese ámbito, como si su sola existencia estuviera condenada desde el momento en el que se salen de la norma.

Proyecta una realidad en la que lo que prolifera es la violencia, el rechazo y la humillación, todo esto desde el seno familiar; ese lugar que debería de ser sinónimo de paz y seguridad pero en el que en algunos casos se esconden los demonios más despiadados.

Y a pesar de todo ese dolor que encontraremos a lo largo de sus páginas, también nos encontraremos con la abnegación de una madre, La tía Encarna, con la solidaridad de un grupo de personas que sometían su cuerpo a inyecciones de aceite de avión, lo que les provocaba dolores debido al proceso de descomposición y que a pesar de ello eran capaces de dar amor, un amor tan sincero y desinteresado como solo un segregado le da a otro.

A otro brillo de los ojos…