Las malas

Esta novela de autoficción es sencillamente desgarradora. La autora, una mujer trans, nos abre una ventana a su mundo y su pasado para narrarnos su niñez, adolescencia y juventud, llevándonos por un camino que, no por casualidad, termina por ser el destino forzado de muchísimas mujeres trans en todo el mundo.

Creo que lo más doloroso de todo el libro es la belleza y la aceptación con la que esta mujer describe todos los horrores a los que todas ellas fueron sometidas por haber cometido el terrible delito de existir. Lo más importante que puede aportarte es el conocimiento de esta realidad; desde el mismo momento en el que esa niña entiende que, por su cuerpo, siempre será percibida como algo que no es y que solo puede reprimirse hasta morir o aceptar una marginación llena de violencia de todo tipo, hasta que ve como todas las predicciones, que cayeron sobre ella como maldiciones, se ven cumplidas.

Otra realidad que el libro señala es la hipocresía de una sociedad que descarta lo que no le conviene para después aprovecharse de esos mismos marginados en la oscuridad. Porque detrás de las apariencias se esconden los fetiches, la hipersexualización de lo tabú y el morbo de la humillación y de lo clandestino. Porque los mismos que de día condenan y señalan con el dedo, de noche dejan sus “hogares decentes” y van a mal comprar el cuerpo de aquelles forzades a venderse para sobrevivir.

Podría seguir hablando de todas las cosas horribles que este libro me ha descubierto, pero voy a centrarme en lo bueno: en la sororidad, en el amor, en la necesidad de libertad y la lucha incansable por conseguirla, en la comunidad y la protección, en la familia que encuentras y te acepta. Todo lo maravilloso que puede haber en una persona está también presente en la lectura, porque estas mujeres que podrían dejarse consumir por la rabia, la impotencia y el deseo de venganza, responden a los abusos con humanidad.