Nora y su vértigo constante

Este libro nos narra la historia de Nora, una chica de 41 años que, tras quedarse viudas dos años atrás, no ha conseguido levantar cabeza y encontrarse a sí misma. El único salvavidas que la ha mantenido en pie ha sido su hija Lara, quien decide irse a estudiar a Londres y con ello hace que su madre tome el valor para llevar un cambio radicar en su vida, donde conocerá a Alan, un joven escocés, quien será una pieza fundamental para que para que Nora empiece a recomponerse.

Esta historia me ha calado muy hondo, es un amor tan puro y sano que se desarrolla poco a poco, que están tan bien llevado, que se te va metiendo poco a poco. Sin embargo, no es solo una historia de amor, es una historia con un trasfondo que refleja una amistad pura, una historia de lealtad, de respeto y, sobretodo, una historia que refleja una gran superación y crecimiento personal.

Los personajes me han encantado. La protagonista, Nora, es una chica tímida a la que la cuesta relacionarse, que no ha vivido una adolescencia como debió vivir y con la que vamos a vivir un desarrollo muy destacable. Por otro lado, Alan, es un joven con una filosofía de vida en la que solo quiere vivir el presente, sin ataduras y sin pensar en planes a largo plaza. El resto de personajes, los secundarios, también son maravillosos y a lo largo de todo el libro vamos a vivir un desarrollo en su conjunto.

En cuanto a la pluma de la autora en este libro es sencilla, con un lenguaje cotidiano, que en mi caso ha hecho que me enganche desde el principio hasta el final. También me gustaría destacar que es una painasa de mi adoraba tierruca.

En definitiva, estamos ante un libro con una historia preciosa, que os recomiendo un montón y que me ha sorprendido muchísimo, más de lo esperado. Ojalá mas historias de amor tan puras y tan sanas.