Vega viaja hasta Ámsterdam para ayudar a su hermano y vuelve a recordar todo lo que sufrió hace diez años. La casualidad o el karma hará que alli se encuentre con el causante de su dolor. Los recuerdos de como fueron enamorándose, como llegaron a ser Caramelo y Melón, sus primeros besos casi sin saber que era (a)mar se fusionan con capítulos del presente donde el reencuentro abrirá heridas y dudas, pero también oportunidades. Es la primera vez que leo a Edurne, y me ha gustado su pluma y como transmite sentimientos. A creado una historia de amor entre amigos de toda la vida y de segundas oportunidades, con bastantes secuencias eróticas y una ambientación entre canales que me ha hecho viajar. "El verbo querer no acorta distancias, escala montañas, ni navega mares, porque querer no es suficiente. Me prometí a mí misma que siempre sería mi primera opción". |