Blanca Sol

El principal personaje de Blanca Sol no es Blanca, aunque la novela lleve su nombre, ni su marido, ni Alcides, ni Josefina. La protagonista es la narradora, que es y no es Mercedes Cabello de Carbonera. Es el personaje de la voz que narra con ironía y representa con mordacidad las ambiciones de la burguesía criolla y la hipocresía moral de la sociedad limeña. Sin duda, Mercedes fue una brillante representante del Realismo decimonónico en la literatura peruana.

Blanca es una mujer que sabe lo que quiere, es egoísta, decidida, orgullosa e inteligente, casada con don Serafín, un hombre cuya única virtud es su buena situación económica. Alcides, aunque le preceda su fama de conquistador, solamente puede acercarse a ella porque el marido fracasa, pero también porque ella decide que necesita llenar el vacío de su vida emocional con el calor de una pasión romántica y Alcides es el mejor candidato para este propósito. Blanca no se deja enredar, no es un personaje femenino pasivo, a la espera dentro del hogar. Ella teje y desteje sus tramas a su real antojo.

Tras diez años de matrimonio y cinco hijos, Blanca siente hambre atrasada de amor verdadero, como ese que sintió por su primer novio y al que renunció; sed inextinguible de amor apasionado, porque ya tiene treinta años, una edad crítica para las mujeres decimonónicas. ¡Qué maravilla esta Blanca Sol, esta novela, que se podría encuadrar dentro de las de adulterio, escrita por una mujer, qué historia y qué personajes! Cuando una pensaba que ya lo había leído todo del género, encuentra joyas así para sorprenderse y volver a enamorarse de su tema de investigación.