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Autor: C. S. Lewis. Datos: 6ª edición, noviembre de 2007. Ilustración: Pauline Baynes. Traducción: Gemma Gallart. Editorial: Destino. Género: Fantasía. Aventura. Páginas: 281. Es el cuarto libro de la saga. Nos cuenta la historia de los hermanos Pevensie: Peter, Susan, Edmund y Lucy esperando el tren cuando de pronto son transportados a Narnia. Gran parte del libro, narra la vida del Príncipe Caspian que, siendo el legítimo rey, vive en un castillo en el centro del país narniano. Pero su tío Miraz se ha proclamado a sí mismo el Rey de Narnia, usurpando así el título que no le corresponde. Este gobernante malvado ha intentado matar a las criaturas mágicas de Narnia y no es consciente de los numerosos narnianos que se esconden en los remotos rincones de la tierra. Los niños Pevensie ayudan al joven príncipe Telmarino: Caspian X a organizar su ejército de criaturas parlantes y, con la ayuda del gran León Aslan, Narnia deberá ser liberado de nuevo. Esta novela es particularmente nostálgica, especialmente el final, porque toca bastante el tema de la inocencia de la infancia y sobre dejar la infancia atrás. Susan se me ha hecho un poco bastante insoportable ya que lo único que hace es quejarse por todo y señalar a Lucy de mentirosa, sin duda me ha desagradado muchísimo. Sin embargo, Edmund, por otro lado, sigue sorprendiéndome gratamente al apoyar a Lucy tan incondicionalmente. Después de lo que pasó en “El león, la bruja y el armario” se ha vuelto un defensor de la pequeña. Siendo sincera no hay mucho que pueda decir sobre esta novela. Me gustó y creo que hasta el momento es la que más me ha gustado. Es de mis favoritos de Narnia (quizás porque tengo un crush en Caspian, pero ¿y quién no?) y resulta bastante llamativa para los seguidores de la fantasía. |
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