El lobo y la rosa

España Siglo XIX

Victoria de Vergara es una chica de clase social alta, su madre y su hermano son sus grandes apoyos y estos la tienen envuelta entre algodones. Es una chica ingenua y dulce.

Victoria sabe que tendrá que casarse y no será por amor, serán su hermano y su madre quienes decidan por ella. Pero ella no deja de soñar con encontrar el amor y vivir una vida con esa persona.

Victoria y Julián se conocen en el funeral de don Agustín, amigo de la familia de Victoria, desde ese momento los dos jóvenes se quedan prendados el uno del otro.

Julián es el heredero de don Agustín, aunque tiene una fama que le precede. Intenta cortejar a Victoria, pero la familia de ella se opone.

Cuando se oponen a que su amor se lleve a cabo, los jóvenes deciden fugarse y casarse. Después de eso saben que la familia de Victoria deberá aceptar a Julián.

En la huida hay cosas que a Victoria no le gustan, pero las deja pasar porque no quiere pensar mal. Son atracados por unos malhechores que se llevan a Victoria y Julián no moverá un dedo.

Al final Victoria será rescatada, pero no quiere volver a casa porque piensa que su familia ya no la quiere. Así que se queda en la venta de doña Manuela que también está Nicolas el hijo de Manuela. Aprenderá a hacer todas las tareas y poco a poco Victoria madurara.

Elías, el guardia civil que rescató a Victoria quedará prendado de ella y sentirá un amor muy profundo.

Una documentación exquisita, cada detalle de la época se puede respirar en la novela.

La autora juega con el lector a lo largo de la novela, porque está Elías pero también está Nicolas y no saben cual puede ser el interés romántico de la novela.

Pero ¿Quién es el Lobo? Otra incógnita que la autora hará que sospeches y no sepas hasta que ella quiere la verdadera identidad de El lobo.