Los libros de relatos no me suelen gustar mucho. En algunos de ellos de ellos te encuentras una mescolanza sin sentido y este pensaba que sería igual. Por suerte no es así. Es verdad que algunos me han parecido más interesantes que otros y eso quita fuerza al conjunto, pero por lo general saben mantener un buen ambiente de terror victoriano. Libro perfecto para leer en esas tardes de otoño acompañada de una buena taza de té. |