Cumbres borrascosas

Esta novela nos traslada a Cumbres Borrascosas, una casa situada en los páramos, donde seguiremos el crecimiento de sus protagonistas, Catherine y Heathcliff. Cathy es la hija del propietario de la casa, mientras que Heathcliff es un huérfano que este recoge. Entre ambos niños se forjará una relación trágica que les acompañará hasta su adultez.

En este clásico vemos un ejemplo claro de una relación tóxica; Heathcliff siente una obsesión malsana por Cathy y ésta tampoco mantiene una relación sana con él. Se hacen daño el uno al otro y lo disfrazan de amor. Se podría decir que es una romantización del amor tóxico, de no ser porque en todo momento te dicen que eso está mal, algo que me ha sorprendido para bien.

La autora, mediante los diversos narradores de la historia, deja claro que la relación que mantienen no es sana, que es algo malo y que lleva a la destrucción, cosa que me ha sorprendido teniendo en cuenta la época en la que se contextualiza la obra.

No esperaba que me gustara tanto, pero se podría decir que me gusta más que Jane Eyre (y eso que es de mis favoritas). Me ha encantado la forma en la que está narrado, la evolución de los personajes, cómo pasa de una atmósfera de diversión infantil a una oscura y tétrica, en la que incluso se mencionan espíritus.

En general, un clásico indispensable que he disfrutado muchísimo y que pienso releer en más de una ocasión.