Estamos ante un thriller policíaco con tintes románticos y con una gran dosis de intriga y suspense que te atrapará desde la primera hasta la última página. La novela está escrita con un estilo narrativo muy pulcro y sencillo, de modo que tanto los diálogos como las interacciones personales resultan muy cotidianas y creíbles. Los personajes me han gustado mucho. La autora les ha otorgado unas personalidades muy definidas y marcadas, y ninguno se puede decir que sea simple. La ambientación está muy cuidada. La historia transcurre en Madrid y su sierra norte, y todos los escenarios y paisajes están muy bien detallados, en su justa medida. La trama es brutal, y el ritmo al que transcurre toda la historia es muy bueno y bastante rápido. No hay un sólo capítulo que se me haya hecho lento o pesado. Y el final....menudo final. No creo que pueda dejar indiferente a nadie. Este es el primer libro de una saga, Miradas Perdidas, y desde luego yo ya estoy deseando leer el siguiente, y acompañar a la inspectora Manuela López en una nueva investigación. |