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En 1991 se publicó esta novela, escrita por Bret Easton Ellis, criticando y sacudiendo todos los cimientos de un modelo de vida como hacía tiempo que no sucedía. Un libro vetado por la editorial y que ya provocó un gran revuelo muchísimo antes de salir a la luz. . American Psycho es la historia de Patrick Bateman, un chico bien, con la vida resuelta, que sus únicas preocupaciones son reservar mesa en los sitios más lujosos y de moda, las cremas y cosméticos con las que ha de cuidar su imagen, y la etiqueta a la hora de combinar y vestir a la última moda. ¿Y qué tiene de disruptivo una trama así? La respuesta es fácil. A toda esta vida totalmente superficial marcada por un materialismo salvaje, Ellis le añade una dosis de cinismo y de ultraviolencia que conmocionó por completo los valores de esa sociedad. Porque a Bateman, además de vivir como un yuppie, le gusta matar gente y disfruta haciéndolo en sus ratos de ocio. . Comienza siendo un libro con tintes de comedia, porque las conversaciones entre Bateman y sus amigos son totalmente surrealistas para el lector, donde los asesinatos se narran con una frivolidad que consiguen arrancarte una sonrisa. Y de repente, conforme avanzas en la lectura, sin saber cómo ni dónde, lo que antes te hacía gracia comienza a convertirse en algo repulsivo, la violencia se hace muy descriptiva y agresiva, y te das cuenta entonces del efecto potenciador del humor y cómo Ellis ha jugado contigo. Primero haciéndote reír y luego destrozándote precisamente por la banalización y la crudeza con la que trata situaciones y escenas a lo largo de la historia. . Todo en este libro está hilado al detalle: no es casualidad el parecido de “Bateman” con “Batman”; ni que la canción más triste sea “you can't always get what you want” de los Beatles; o que la canción más alegre sea “Brilliant disguise”; el comienzo del libro con los los versos inscritos en las puertas del infierno de la Divina Comedia de Dante “abandonad toda esperanza al entrar aquí”. Hasta la estructura de la novela, narrada a modo de novela fragmentaria, como “El Satiricón”, formado por cápsulas narrativas y diferentes historias que se van hilando y que quedan incompletas, cumple una función muy bien estudiada y que deja al lector noqueado y confuso a lo largo de la historia. . Una lectura no apta para todos los estómagos, y completamente demoledora. Recomendada por Patty Winters. |
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