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Leer a Bretch ha sido todo un descubrimiento. El primer teatro, La vida de Galileo Galilei me ha parecido sublime. Escrito de una manera alucinante, lleno de poesía, de críticas mordaces a lo retrógrado y al miedo al avance, la denuncia a la religión y a la Inquisición como asesinos del desarrollo y la evolución... el amor por la ciencia, por la sabiduría, por la curiosidad, por los valores, por creer y seguir creyendo aunque te exijan renunciar a ello. He disfrutado como una niña pequeña de esa lucha por la verdad y por la insaciable necesidad de mostrarle al mundo la verdad, aunque esta sea fría como un manto de escarcha. El segundo teatro, Madre Coraje y sus hijos, me ha gustado algo menos. Obviamente, esto tiene mucho que ver con mis gustos y preferencias. Creo que haber leído primero la Vida de Galileo me dejó con las expectativas tan altas que dificilmente el siguiente teatro sería capaz de superarlas. Además, la temática que trata, la guerra y las personas que se benefician económicamente de ella, no es muy de mi agrado. Es cierto que, como el teatro anterior, cuenta con un surtido de críticas sociales y morales geniales, es muy interesante y enriquecedor de leer. Finalmente, la guerra no tiene nada bueno. Nos lo quita todo, nadie vence nunca. Todos, de alguna manera, son caídos. |
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