Las huellas del silencio

Leer a este autor es un acierto seguro. En cada una de sus novelas da luz a temas que no debemos olvidar y que debemos tener presentes.
Te sumerge en la historia de tal manera que te hace vivirla, momento a momento, disfrutando de cada página y dejándote con una reflexión muy importante en cada una de ellas.
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En este caso le toca a la Iglesia. Pero no os equivoqueis, aunque inevitablemente se ve afectada, no es una crítica o reflexión a la fe cristiana sino a la Iglesia como institución más allá de la religión. Es difícil separar una cosa de otra pero el autor ha hecho un trabajo excepcional.
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Viviremos la historia a través de Odran, un cura que tratará de sobrevivir a su pasado, su presente y afrontar su futuro cargando con pesados fantasmas.
La historia se desarrolla alrededor de los abusos a menores dentro del seno de la Iglesia, la ambición de algunos para mantener la imagen de perfección de la institución, el poder, los instintos más básicos, la violencia.
Todo tiene cabida en este libro y es magistral cómo trabaja con ello y lo desarrolla el autor.
Sólo diré una cosa más: no hay más ciego que el que no quiere ver.
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Historias que no dejan indiferente.