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Me ha recordado mucho a las novelas románticas clásicas, por la forma en que está narrada, por la construcción de sus personajes, por sus diálogos, por la historia en sí. La protagonista, Ana de Altamira y Covas, después de haber estado en un internado de señoritas en Madrid durante trece años, vuelve al pazo de su familia en Galicia, el que abandonó cuando era tan solo una niña después de la muerte de su madre. Una vez que llega, su padre, Alejandro Covas, conde de Rebolada, le comunica que debe casarse con Jenaro Monterrey, empresario muy importante del lugar, y que por edad podría ser su abuelo. En realidad, lo que su padre pretende con ese matrimonio, es que le sean perdonadas las deudas de juego que tiene con aquel; Ana no es más que una moneda de cambio para que su padre quede liberado, y es que don Alejandro nunca ha querido a su hija. Después de morir su mujer, envió a Ana a un internado para librarse de ella, y ahora que le hace falta la ha hecho venir al pazo. Ana nunca se ha sentido querida por su padre, y eso le ha causado siempre un gran dolor. Solamente ha encontrado el cariño de Angustias, su ama de cría, que ha velado por ella desde que nació. Y será Angustias la persona que más quiera a Ana hasta que esta en un encuentro casual en el bosque conoce a Alberto, un joven que está de paso en Galicia para hacer una visita a su padre. Alberto, al igual que Ana, también tiene problemas con su padre. Este le obligó a seguir con el negocio familiar, pero él no tenía ninguna intención de hacerlo. Se marchó, estudió la carrera de Derecho y se estableció como abogado en Madrid, cosa que a su padre no le gustó en absoluto y acabó por distanciarles totalmente. Aunque ninguno sabe nada del otro, el enamoramiento entre Ana y Alberto es instantáneo. Ana, al no querer revelarle su verdadera identidad, le hace creer que es otra persona. No es Ana de Altamira, condesa de Rebolada, sino una muchacha normal y corriente. Y aunque en el fondo, no está bien que le engañe de esa forma, en esos momentos es lo que realmente le gustaría ser, una persona sin ataduras, sin compromisos y sin la obligación de tener que casarse con un hombre a quien detesta, sino con aquel de quien está realmente enamorada. Pero por las circunstancias en las que se encuentra todo apunta a que eso no será posible. Ambientada en la Galicia de mitad de siglo XIX, El corazón de una condesa pone de manifiesto cómo las mujeres de aquella época estaban sometidas a la voluntad de los hombres, ya que ellas no tenían capacidad de decisión. Esto es lo que le ocurre a la protagonista de esta historia, que debe aceptar un matrimonio de conveniencia por imposición de su padre. Y aunque intenta rebelarse a ese destino cruel, ella sola bien poco puede hacer. No es esta una historia de amor intensa, como sucede en otras novelas románticas. Se centra más bien en el enamoramiento de los protagonistas y en los encuentros que tienen a escondidas. Es un amor puro, sincero, en el que se percibe esa inocencia del primer amor, sobre todo en Ana. También hay que hacer alusión a los otros tres personajes de la novela. Por una parte, Angustias, el ama de cría de Ana, una mujer de buen corazón que la ha cuidado desde que era una niña y que la tiene un gran cariño, se puede decir que es la única que se preocupa por ella. Y por otra, los dos malvados de la historia: Alejandro Covas, el padre de Ana es un hombre terrible, perverso y calculador; nunca ha sentido ningún afecto hacia su hija, y ahora solamente le interesa para poder saldar sus deudas de juego, (¿cómo un padre puede tratar así a una hija?). Para ello concierta un matrimonio entre aquella y Jenaro Monterrey, el segundo en discordia, que triplica la edad de Ana, pero esto no es lo peor, es un hombre despreciable, lascivo, que solo ve a Ana como un objeto sexual, y no es de extrañar que esta le deteste. Por otro lado, el estilo y la narración de la autora me han parecido excelentes. Utiliza un lenguaje muy cuidado, que recuerda en cierto modo, a las novelas de época clásicas. Además se ha esmerado mucho en la ambientación y en la descripción de los lugares donde transcurre la novela, en algunos instantes parece que te sumerges en los parajes tan maravillosos de Galicia. Y también ha sabido mostrar de una forma estupenda la situación de la mujer en la época en la que transcurre la historia. Una historia de amor tierna, con unos protagonistas con los que empatizas, por un lado te alegras de que se conozcan y que surja el amor entre ellos, pero por otro, sufres porque parece que su destino nunca va poder ser el de estar juntos, solo por la decisión de dos personas sin corazón. Sin embargo, el amor siempre triunfa y aquí no podría ser de otra forma Enlace: https://atravesdelaromantica.. |
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