Segunda entrega de la serie Lovelight, segundo libro de la autora que leo. Me encanta esta autora, tiene algo especial en su estilo. Una esencia única que distingue sus libros y los llena de detalles. Las relaciones de sus personajes están llenas de matices, de familiaridad, de complicidad... Es verdad los entresijos de una pareja, hasta el más mínimo y tierno detalle. Quería leer la historia de Evelyn y Beckett desde que colisionaron en el libro anterior y me ha encantado. Quizá no tanto como el anterior libro, pero aún así ha sido mágico. Beck es un personaje muy peculiar,tierno y gruñón. Cubierto de tatuajes, atrae la atención desde su primera aparición en el libro anterior y no quieres más que leer sobre él y que todo le vaya bien. Me ha sorprendido mucho conocerlo tan a fondo, sus orígenes y ver por qué es como es. Y Evelyn, está perdida y en piloto automático desde hace tiempo. Me ha gustado ver su evolución, empezar a dar pasos inseguros hasta saber qué quiere. Dónde y con quién. Que no hay que seguir por inercia, podemos pararnos en el camino y cambiar el rumbo. Podemos ser felices siempre. Deseando leer la nueva historia que nos ha preparado la autora sobre este elenco de personajes tan especiales que habitan Inglewild. |