Un beso en Lovelight

Stella es dueña de un vivero de arboles de navidad, pero últimamente está sufriendo algunos ataques de bandalismo y están en números rojos. Por eso acude a un concurso que realiza una influencer, pero miente en la solicitud diciendo que es dueña del vivero junto a su novio. Así que días antes de que la influencer llegue al pueblo, le pide a su amigo Luka que finja ser su novio.
Este es un libro calentito que te traslada a las series americanas de pueblos pequeños, en los que todo el mundo se conoce. Pueblos completamente decorados, con columnas pintadas como bastones de caramelo, muérdago colgando por todas las esquinas y olor a chocolate caliente y churros (bueno aquí no huele a churros, por qué no saben lo que es bueno).
La relación de los dos protagonistas es genial, son mejores amigos desde hace 10 años pero todo el mundo sabe lo que sienten el uno por el otro. Y bueno todos sabemos cómo acaba esto.
Al principio me costó un poco engancharme pero leídos unos cuantos capítulos y metida de lleno en el ambiente navideño no pude parar. Lo leí con una sonrisa constante, me ha encantado no solo la relación de Stella y Luka, si no la de toda la gente del pueblo y su cadena telefónica para contarse los cotilleos.
Ahora se publica otro libro de esta serie, no sé exactamente cuántos serán pero en este pueblo hay telita que contar y estoy deseando volver a leerles.