Borges creo una literatura en sí misma. Es un escritor universal, al igual que Kafka. No se circunscriben a un lugar, sobrepasan fronteras. Rompe con el realismo y se sumerge en un realismo mágico, con un universo muy personal. Es un mago del cuento, del relato corto. Ficciones se compone de dos libros de relatos: El jardín de los senderos que se bifurcan, escrito en 1941, y de Artificios, de 1944. Domina la variedad de las narraciones, manteniendo un punto fantástico, laberíntico; lleno de incertidumbres, enigmas y mitos; de ciudades y mundos ocultos, de autores y libros que parecen reales debido al tejido tan bien trazado por el maestro. Hay un componente filosófico, dándose cita Platón y Aristóteles, Berkeley y Schopenhauer. Muestra que la realidad tiene múltiples interpretaciones. El mundo como sueño o ilusión. Algunos cuentos tienen un corte policial, género que tanto apreciaba; pero siempre con un componente fantástico, caso de La Muerte y la Brujula. El Sur era el cuento preferido de Borges. Quizás es el cuento más localista con el criollismo de fondo, pero bañado con ese fondo irreal tan de su gusto. Soberbio. |