La pequeña Maya acaba de nacer y ya quiere comerse el mundo. Sabe que salir al exterior es peligroso, pero a la vez le parece algo emocionante, tanto, que su mayor deseo es poder conocer a un humano. Por ello, decide hacer caso omiso de las advertencias Casandra y se escapa de la colmena para recorrer el mundo. Curiosa y decidida, la abejita se cruzará con personajes de lo más pintorescos y vivirá situaciones de lo más curiosas, aprendiendo de cada experiencia y simplemente, siendo feliz. En esta historia no solamente nos encontramos con fantásticas aventuras y personajes entrañables, sino que también es una historia aleccionadora. Con ella aprendemos lo que significan las palabras lealtad, amistad, valor, ilusión e imaginación. Junto a la pequeña Maya nos expondremos a experiencias, que tanto buenas como malas, nos servirán de aprendizaje. Desde pequeños hemos estado acostumbrados a los dibujos de Maya, es por ello que me han faltado algunos de los personajes principales, pero igualmente la historia me ha encantado, y mucho más, si la lectura iba acompañada por esas bonitas ilustraciones. |