Es una novela que me ha fascinado en muchos aspectos. El inicio es muy lento, pero cada detalle es crucial y hay muchísima información que hay que tener en cuenta. La profesión de odorólogo es lo que más me ha sorprendido. Es un proceso de investigación que consiste en utilizar el olfato para determinar la ubicación de una persona en determinado momento, y es muy interesante ver a los personajes utilizar esta técnica. Las investigaciones son minuciosas y es una gozada leer cómo todo se va esclareciendo poco a poco. El final es de vértigo, y en cada página va mejorando. En resumen, diré que es una novela que se sale un poco de lo convencional, pero con muchos tintes clásicos que los amantes del género amarán. |