El templo del jazmín

Melanie tiene una vida feliz pero un terrible accidente amenaza con llevarse a la persona que ama y estaba a punto de casarse.
El dolor que siente de pie junto a su novio en coma durante meses es tal que la obliga a tomar un descanso e ir a la villa de las abuelas, y junto a su bisabuela Hanna.
Melanie todavía tiene a su abuela Marie y a su madre, la bisabuela Hanna y es en su compañía donde buscará la fuerza para seguir adelante.
Lo primero en llegar, sin embargo, son las dudas: él lo logrará, yo lo lograré, todavía lo amo, etc. Pero para ayudar a Melanie aquí viene Hanna quien le cuenta a su bisnieta cosas de su vida que nadie sabe y que ayudarán a Melanie a descubrir en ella una fuerza, coraje y determinación que no sabía que tenía.
Es el viaje en la vida de una mujer desde principios del siglo XX hasta la actualidad, desde el lejano Vietnam, todavía colonia francesa, hasta la Alemania actual, pasando por Francia.
Es una novela que se puede leer con mucha fluidez a pesar de que en su interior se mencionan temas muy importantes y difíciles.
Quizás este sea el valor y al mismo tiempo el defecto de esta novela: se abordan temas como la rebelión de un pueblo, la condición social de la mujer en algunas culturas, la trata de mujeres, la esclavitud, la prostitución, el deseo de construir propio futuro, la homosexualidad que son tan importantes en la trama de la novela y por tanto percibidos por el lector, pero que son tratados de forma superficial, sin ahondar demasiado en el contexto histórico de los hechos o sin ahondar en las implicaciones psicológicas que puedan tener y esto hace que todo parezca menos cierto, menos real. Sin embargo, también hay que decir que el libro toca muchos temas importantes y, por lo tanto, un tratamiento más profundo de ellos quizás hubiera hecho que la lectura de la novela fuera muy pesada.
En general, es una lectura interesante.