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Esta reseña va a ser diferente, no voy a hablar de la trama, ya que esconde muchas sorpresas y quiero que May os sorprenda, porque lo hará. A Ana la conocimos en la bilogía Everlasting Wound (si no te la has leído, yo de ti huiría de aquí y la compraría YA) por ser amiga de Rebeka. Pues Ana coge su maleta rosa y se planta a casi dos mil kilómetros de casa, con una sorpresa en el bolsillo de su chaqueta. El primer capítulo del libro es una carta de presentación triunfal para la historia, pero es que a May estas cosas se le dan de lujo. Así que, te quedas con la boca abierta y sueltas varias carcajadas pensando en lo que va a venir. Hemos conocido a una Ana del pasado completamente rota, que se ha ido curando las heridas sola durante toda su vida y entiendes el porqué de su sarcasmo. Va a ser un personaje que me llevo para siempre. Ha tenido mucho miedo, aunque ha intentado evitar que nadie se diera cuenta, sobre todo ÉL. ÉL... ¿Qué se supone que tengo que decir aquí? Pues que me ha encantado el nuevo enfoque que me ha dado May sobre él. Pensaba que era de otra manera completamente diferente, pero él solito ha tenido unos monólogos para convencer a Ana (que aparte de a ella, me estaba convenciendo a mí) que me han dejado alucinada. Bueno, miento. A mí me convenció en el segundo o tercer capítulo, en serio, os podría hasta decir la escena... @valkiriaread dijo que no estábamos preparadas para esta historia y yo confirmo que no. De todos los personajes secundarios quiero destacar al Hombre Amor, ¡por favor! Me ha encantado más, es que con la nieve, el cortacésped y el camión de bomberos me ha ganado al 100%. Y aconsejo a todo el mundo que viva esta novela con su banda sonora. P.D; Lo que ha bendecido Heiko, que no lo separe nadie. |
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