Todas las benditas decisiones

Cuando comence esta segunda parte de Everlasting Wound lo hice con rabia, por como habian acabado las cosas en el anterior libro, pero aún me dio mas rabia ver la actitud de Rebeka.
Tras ver descarrilar su vida Rebeka intenta refugiar su dolor cerca de su hermano en Alemania. Lo único que tiene claro en ese momento es que ha dicho adiós, y no hasta luego.
Gary solo quiere luchar contra las malditas decisiones del pasado y le pide tiempo, pero sin explicaciones la situación es complicada de asimilar por ella.
En juego entra Daniel, el agente germano con cuerpo de infarto. Miradas, paseos, calidez y seguridad tienen a Rebeka ilusionada queriendo ser feliz intentado buscar la estabilidad que su vida había perdido.
La magnífica de su amiga Ana intenta que abra los ojos con frases devastadoras, porque al fin y al cabo solo quiere que entienda que al corazón no se le engaña.
Encontraremos grandes secundarios como su hermano Robert y Heiko el cuñado de este ambos le dan un toque fresco y simpático. Y a su madre, mujer sabia donde las halla. Vereda, Chris, Lucy todos dejan una pequeña huella.
"Las palabras no bastan", pero os diré que estoy aún flotando con esta historia. Cuando un libro te llena de tantas emociones, no es otro libro más. Me he reido, he sufrido, he disfrutado cada palabra y cada frase. Porque las palabras no bastan, léelo.