Todas las benditas decisiones

Creo que es de esas bilogía que nunca me cansaré de releer.

Tras salir de Nueva York con el corazón destrozado y refugiarse en Alemania, Rebeka piensa que va a encontrar un lugar en el que curar sus heridas.
Pero parece que su vida nunca va ser una sucesión de días monótonos y, en esta ocasión, bajo la protección de su hermano Robert y su cuñada Verena, la ayuda de los siete enanitos, la presencia de un vecino que alegra las vistas, un bar clandestino propiedad de un peculiar "hombre amor" y la imprescindible colaboración de su amiga Ana, acompañaremos a una Rebeka con mucho temas que resolver antes de descubrir una certeza que siempre ha tenido en su interior.
Un libro que, para mi, es el libro de Rebeka de principio a fin, en el que vamos a conocerla a fondo y entender sus miedos, dudas y decisiones.


Tan maravilloso como el primero. Para mí, no podía haber otro desenlace mejor. Rebeka me hace enfadar, me hace reír y me hace sufrir. Y eso me gusta. Si los personajes me hacen sentir, es que el libro me está calando. Creo que tanto Rebeka como Gary tienen momentos en los que te entran ganas de tenerlos delante y zarandearles para ver si así espabilan. Daniel me parece un personaje necesario pero que no ha terminado de llegarme. Y Ana me sigue pareciendo la p*** ama de la historia. Ella sola merece su propio libro, aunque creo que eso es algo que a los lectores nos ocurre a menudo con los secundarios que son capaces de robarle el sitio al protagonista.
Me gusta mucho la manera de escribir de la autora y espero de verdad que ya tenga más vocecitas en su cabeza contándole cosas para que ella nos las cuente.

En esta relectura, y gracias a la LC, he disfrutado de nuevo con esta biología y he podido apreciar cosas que la vez anterior se me pasaron.
La principal, y lo primero que debo hacer, es cambiar la impresión que me dejó Daniel, alias Daniel I El Adorable, la primera vez que lo leí. Esta vez me he dado cuenta de que es el personaje necesario para "el segundo advenimiento" de Rebeka. Justo el tipo de hombre que debe tener a su lado para descubrir (y que le ayuden a descubrir) que el hombre de su vida es Gary. Un hombre que te empuja a los brazos de otro porque te quiere tanto que sabe que nunca podrás ser feliz a su lado si tu corazón y tu cabeza están ocupados por otro.
El resto de personajes, tanto protagonistas cono secundarios, son tan perfectos con todas sus imperfecciones, con sus aciertos y sus errores, y están tan bien construídos, que sientes con ellos. La autora consigue que te parezcan adorables en un capítulo y al siguiente quieras entrar al libro para poder decirles cuatro cosas.
Gary y Rebeka tienen una historia de idas y venidas, silencios inoportunos y conversaciones directas.
Los diálogos, esas batallas dialécticas y ese sarcasmo que me gustó en el primer libro sigue presente en el segundo.
Robert y Verena, espectadores y sufridores de los peores momentos de Rebeka. El inclasificable "hombre amor", Heiko, y sus lametazos en la cara.
Josh, Halley y Alex, necesarios para la trama pero a los que no quiero ni nombrar.
Las dos madres, matriarcas de las que cuando hablan dictan sentencia y saben lo que deben decir.
Ana. Mi Ana. Que para mi siempre será la p... ama que querría tener como amiga. Espero que pronto alguien sacuda sus cimientos y la deje sin palabras.
Y la ambientación, esos capítulos que te hacen querer viajar a Alemania , a ese maldito pueblo alemán,o a Belfast para ver nadar gallos en un estanque, o a Bilbao para arrearle un guantazo a Ken 😉.
Releída, redescubierta redisfrutada, re-recomendable.
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