Perfecto para desconectar. Es una historia fresca y divertida, perfecta para desconectar, pensaba que me iba a reír más, pero ha estado bien, una periodista infiltrada muy, muy patosa, un jefe muy cuadriculado, casi robótico y una atracción cada vez más dificil de controlar. Me han encantado las pullas entre ellos, Natasha no se calla ni bajo el agua y a Bruce le encanta chincharla. Malentendidos, secretos y mucho amor, tiene toques eróticos, pero no demasiado, lo recomiendo. |