Simonetta Brey es una joven forense que se traslada a la isla de Menorca para trabajar como médico de familia. Se ha llevado a cabo gracias al comisario Darío Ferrer, su antiguo compañero para acortar una pena de prisión que Simonetta debía cumplir por un turbio delito. La condición es que le ayude a resolver una serie de asesinatos. Tres médicos en un breve espacio de tiempo han muerto y las investigaciones quedaron cerradas y catalogadas como muerte natural. Simonetta ocultará su verdadera identidad y puesta al corriente conoce a sus compañeros de trabajo, se enamora de la belleza de la isla y va dando los primeros pasos en la investigación pero tanto el comisario como ella irán viendo cosas extrañas y se van confundiendo. Aparte Simonetta inicia una relación sentimental que no será vista con buenos ojos y alguien la vigila siguiéndole sus pasos. La ambientación y descripciones de la isla de Menorca están muy bien logradas. La pluma es ágil y sencilla. Me hubiese gustado que se centrase más en la investigación y no tanto en sus relaciones personales, aún así el final me ha sorprendido y me ha dejado con buen sabor de boca. Es una lectura ideal para el verano con ésa frescura y el toque justo de suspense. |