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Nos encontramos en la Tierra, en un futuro lejano. Tras la Tercera Guerra Nuclear, la población superviviente se concentra en el único continente habitable y se divide en dos especies: los humanos y los metahumanos, personas que tienen poderes por las modificaciones genéticas derivadas de esa guerra que acabó con todo. Además, tenemos a los mutantes, personas que han sido modificadas genéticamente por el gobierno para dotarlos de los poderes de los mutantes. Esta división entre especies ha derivado en una guerra en la que varias organizaciones están metiendo mano. Rika Miller llevaba una vida tranquila con sus estudios, su novio y con un padre al que adora a pesar de que la mayor parte del tiempo se encuentre fuera por trabajo, pero un buen día todo empieza a desmoronarse y más pronto que tarde, la protagonista se dará cuenta de que ha estado viviendo una mentira. Lo que más me ha gustado es que, aunque la historia comparte elementos con otras que he leído antes, también es verdad que tiene muchos toques que son nuevos para mí, como la presencia de los metahumanos y los mutantes y la guerra que estos mantienen con los humanos, todo ello complicado por la existencia de distintas organizaciones que quieren hacerse con el poder, lo que a su vez provoca que tengamos un elenco de personajes bastante extenso, todos con un objetivo claro y Rika en medio de todo ello. Algo que también me ha gustado es que, pese a que se trata del primer libro de una trilogía y, por lo tanto, en gran parte es tan solo la introducción, la acción es casi una constante en todo el libro. Incluso cuando parece que no está ocurriendo nada hay varios engaños en marcha. Vorágine es una de esas historias que tanto me gustan a mí, con traiciones constantes, con personajes manejando los hilos a su antojo para lograr sus propios deseos, con secretos desvelados a la vuelta de cada esquina, ese tipo de historias de las que nunca tienes claro qué esperar. El mundo creado por la autora también me ha parecido muy curioso, por más que haya cosas que me cuestan mucho de imaginar (como los árboles digitales tangibles xD). No solo nos encontramos en un mundo en el que solo resiste un continente de los que conocemos ahora si no que que además se trata de un mundo sin plantas ni animales más allá de algún gato callejero, lo que termina invitando a la reflexión por la gravedad del asunto, ¿os imagináis vuestra ciudad sin un solo árbol? Como novedad, también he descubierto la existencia del hopepunk, género que yo entiendo como todo lo contrario al grimdark. Mientras este último responde a esas historias en las que parece que todo está perdido y vamos a morir todos, el hopepunk mantiene la esperanza en medio del conflicto. Que sí, que la mención al género me ha llevado a investigar y tengo ya la cabeza un poco revuelta. Como parte negativa, sí ha habido momentos en los que me parecía que la historia avanzaba demasiado rápido, con cambios entre escenas algo bruscos para mi gusto que me obligaban a volver atrás y releer para tener claro qué personaje estaba hablando en ese momento. Vorágine es un buen arranque de trilogía que plantea los suficientes interrogantes como para mantenernos enganchados a lo largo de toda la lectura y dejarnos con las ganas de leer el siguiente libro que, por suerte, va a publicarse pronto ^^ Enlace: https://pajaraslectoras.blog.. |
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