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Alma vendría a ser la versión moderna de una princesa: con unos amigos leales y fantásticos y siendo una chica independiente. ¿El único problema? Sus miedos y su extraña manera de enfrentarse a ellos. David tiene pinta, como dicen Alma y sus amigos, de ser “un empotrador en toda regla”. Un chico muy responsable y centrado en su trabajo. ¿Será Alma capaz de encarar sus miedos de frente? ¿Será David capaz de domar a su Leona? Los protagonistas de la historia son Alma y David. Alma es una chica alegre y jovial, pero necesita de un psicólogo que la ayude a afrontar la vida adulta, y no porque sea infantil, si no por como actúa antes determinadas situaciones. David es un solete que al principio me daba la sensación de ser un chulito y un mujeriego, pero que poco a poco me ha demostrado ser muy responsable y consecuente. Para mí, EL secundario de la historia es Kike. Su forma de ser tan abierta, sus bromas y su manera de preocuparse por alma me han encantado. La historia está contada a dos voces (y alguna más que se cuela por ahí). La trama comienza con el nuevo trabajo de Alma, donde conocerá a David. A partir de ahí, descubriremos como van surgiendo sentimientos entre ellos, de manera muy lenta, y que manera tiene cada uno de gestionarlos. También descubriremos el secreto familiar que esconde Alma y la maravillosa relación de amistad que tiene ella con su grupo de amigos. El libro me ha llegado en el momento justo. Es una lectura ágil y cómoda que he disfrutado. La pluma de la autora tratando la importancia de la salud mental ha sido fantástica. Lo recomiendo mucho para entender el porque es TAN importante cuidar nuestra salud mental como cuidamos la física. |
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