Vampiros Luminish

Para una fanática de la literatura de vampiros como la que escribe siempre es emocionante encontrarse con una nueva apertura de saga, pero si, además, consigue reunir tantos elementos como Vampiros Luminish, inspirándose en libros clásicos del género, pero también en grandísimas series como Buffy y Ángel o logrando sacar lo mejor de sagas como Crepúsculo, la emoción se convierte en una lectura casi compulsiva. Ana Blanco Bartolomé consigue inspirarse en todas estas fuentes (y posiblemente unas cuantas que se me escapen) para ofrecernos una lectura autoconclusiva escrita desde el punto de vista de los dos protagonistas, algo que se agradece muchísimo a la hora de profundizar en la personalidad de cada uno de ellos y empatizar aún más. Soy consciente de que la autora ya se encuentra en fase de redacción de la sexta parte de la saga y con este primer libro ya ha encontrado una ferviente lectora.

Anne Freyja es una joven escocesa del Siglo XVIII que se revuelve contra los convencionalismos de su época y especialmente con aquellos que competen al limitado papel de la mujer por aquel entonces. Este hecho la conduce a frecuentar lugares peligrosos tratando de evadirse de su realidad, algo que la llevará a los brazos de un vampiro y a su renacer como Gabrielle. Más adelante, ya en época contemporánea, conocerá a Ángel y su profundo amor tendrá que sobrevivir al paso del tiempo, pero también a las continuas pruebas que les impondrá el destino a cargo de sus poderosos enemigos. Todo ello tendrá como telón de fondo la búsqueda de los míticos anillos luminish, que permiten a los vampiros caminar bajo la luz del sol; así como la profecía del vampiro con alma.

Como he adelantado anteriormente, la mitad del libro está escrito desde la perspectiva de Anne / Gabrielle y la otra desde la de Ángel / Ányelus. No solo me ha gustado mucho esta circunstancia para poder comprender a ambos protagonistas, sino que además me ha parecido muy oportuno y bien elegido el momento del cambio de narración. Aunque haya una historia de amor como marco del argumento, el libro nos ofrece mucho más que eso y podemos encontrar aventuras, muchísima acción y momentos muy adultos en diferentes sentidos, teniendo incluso esa parte cruenta tan bien recibida en el género de vampiros. Me ha gustado mucho cómo la autora consigue aunar todos esos guiños a creaciones anteriores, pero insertándolos en una novela completamente genuina con una historia nueva y fresca que ofrece numerosos giros (algunos de ellos de verdadero infarto).

Es de agradecer que, además de vampiros, el imaginario de la autora sea mucho más amplio y aparezcan diferentes criaturas con sus propias circunstancias (no quisiera desvelar más de la cuenta respecto a la trama). Los villanos también tienen una personalidad muy marcada y tanto Edzio como sus secuaces nos introducen en un mundo escalofriante sin ningún tipo de regla moral. Aunque la novela nos ofrezca un desenlace para la historia en la que se centra (pudiendo leerse cada libro de forma independiente), reconozco que ese final me ha dejado con muchísimas ganas de más y nos abre las puertas a un universo aún más extenso y misterioso que ya estoy deseando conocer.