Anna vestida de sangre

Hacía días que le andaba dando vueltas al libro para terminarlo, me estaba gustando la historia y no quería sufrir nuevamente con el final, como me ha pasado con las últimas lecturas. El libro me atrapó durante gran parte de la historia, esta escrito de forma fluida, así que no cuesta nada meterse dentro de la trama.
Tenemos a un chico adolescente llamado Cas, que ha heredado la profesión de su padre, buscar fantasmas violentos y ponerlos a descansar definitivamente. Las reglas son fáciles, hacer las cosas rápidas y no involucrarse, pero... si las cosas fueran tan fáciles no tendríamos libro para disfrutar. Y es así como nuestro protagonsita termina en un pueblo pequeño, donde existe un fantasma muy violento, un fantasma que le hará cuestionarse las cosas que debe hacer, y sí, se trata de Anna, una chica adolescente que mantiene una casa embrujada, que en su pasado esconde grandes secretos que llevará a la trama hacía algo más siniestro.

Justo en la mejor parte cuando Cas descubre lo que esta sintiendo, llega el final, lo que deja un sabor semi-amargo. Me hubiera gustado que esta historia fuera un poco más largo, desarrollando la trama final que fue lo que más me gusto. Pero al menos en este caso me queda el consuelo de que existe una segunda parte.