Los extraños

Katharina y Jon son una pareja joven que decide alojarse en la casa que los padres de él tienen en Ribadesella, para desde ahí teletrabajar. Viven instalados en un tedio absoluto que amenaza incluso la buena marcha de la relación.
Todo cambiará cuando sean testigo del avistamiento de unas extrañas luces en el cielo una noche, y la misma mañana siguiente se presente un primo lejano de Jon al que ni siquiera recordaba, con una mujer, y acaben también acomodándose "unos días" en el espacioso inmueble.
Con este planteamiento que bien pudiera parecer el de una historia de ciencia ficción, arranca la novela con la que he leído por primera vez a este autor asturiano, pero que más tiene que ver con un realismo cargado de sutiles pero eficientes toques de suspense.
Por lo visto los protagonistas ya aparecían en otras obras anteriormente publicadas, funcionando esta historia como una suerte de precuela. Con respecto a Jon, el mismo escritor confiesa que no comparte únicamente con él el nombre, sin embargo cualquier atisbo de autoficción se corta de raíz con la puesta en escena del elemento sobrenatural.
Unos ovnis que llegan casi a la par que la pareja que va terminar con el aburrimiento de Jon y Katharina, y cuyo avistamiento va a atraer al pueblo hordas de curiosos. Libre interpretación del lector para establecer quiénes son los extraños a los que se refiere el título.
Con un estilo seco y un narrador distanciado hasta lo helado del sentir de los personajes, esta historia genera más preguntas que respuestas, por lo que no será demasiado recomendable para lectores que necesiten un trama y un final perfectamente cerrados.
A mí me ha encantado hasta el punto de, si bien no es de una gran extensión, leerlo en un día. Y estoy deseando adentrarme de nuevo tanto en el universo de Jon y Katharina como en la prometedora obra de este escritor.