El instante y la libertad

La voz de Michel de Montaigne irrumpe como un relámpago que ilumina y pone de manifiesto las grietas de una Europa en plena crisis de identidad. Es lo que Rachel Bespaloff -otra voz en otra Europa en crisis unos siglos más tarde- trata de reflejar en este ensayo. Así pues, en dos épocas de ruptura, en dos "nuevos tiempos" precisamos de nuevas nociones para pensar el tiempo mismo. El título del ensayo ya es revelador en ese sentido: problematizar la temporalidad y el instante en el discurso implica problematizarnos y pensar, inextricablemente, la libertad como condición de nuestra existencia.

"Crisis" y "crítica" comparten raíz y representan siempre una ruptura, una distancia. La voz reflexiva de Montaigne surge de esas grietas y nos interpela siempre que nos cuestionamos a y por nosotros mismos. Según ambos, construir el "yo" es inseparable de pensarlo o tratar de describirlo. Lo que nos hace auténticos es precisamente es esa artificialidad, ese devenir, que correlaciona cada instante y que es inexplicable sin una libertad constitutiva. Etimológicamente, "pensar" (cogitare) y cuidar tienen un origen común.

Montaigne y Bespaloff son la invitación a pensarnos y hacernos cuidadosamente cargo de nosotros mismos. Si la libertad consiste en reactivar el instante, hoy, en los tiempos de la fragmentación, de la multitarea y de la falta de atención, lecturas como la de Rachel Bespaloff son absolutamente urgentes.